BOUDICA

Boudica, o en su nombre latino, Boadicea, fue la reina de los Icenos y de los Trinovantes. Se desconoce su fecha de nacimiento, pero dirigió el ejército britano y lucho contra los romanos los años 60 y 61 d.C.

Perteneció a la aristocracia icena, y se casó con el rey de esta tribu, llamado Prasutagus.

Cuando Roma comenzó a conquistar la Britania, Prasutagus llevó a cabo un acuerdo con el emperador Claudio, creando una alianza para que el reino iceno (situado en la actual Norfolk) no fuese invadido.

Pero Prasutagus, además, generó una deuda con Roma para obtener riquezas, y cedió a los deseos de los romanos de nombrar un coheredero romano para su reino. Los pueblos britanos no discriminaban la herencia entre hijos e hijas, pero los romanos sí tenían un sistema patriarcal que impedía a las hijas acceder a los bienes de la familia, como Boudica y Prasutagus tenian dos hijas, Roma exigió llevar a cabo este acuerdo, y el rey iceno aceptó.

A la muerte de Prasutagus, Roma ignoró la independencia del pueblo iceno y se lo anexionó como una conquista más, tampoco permitió que el linaje continuara por no haber más varones en la familia real. Confiscaron la tierra y todos los bienes, y trataron a la nobleza con gran desprecio.

Todo el pueblo quedó atado a la deuda que contrajo Prasutagus, y la reina Boudica, consciente de que no podia pagarla, se negó a hacerlo.

Los romanos entonces, actuaron con violencia, quemando las aldeas, saqueando y tomando a sus habitantes como esclavas y esclavos.

El cónsul Tácito, ordenó a sus soldados que azotaran a Boudica en público y que violaran a sus hijas, lo que desató la furia incontenible de la reina.

Fue entonces cuando las gentes icenas y trinovantes, conspiraron contra Roma para echarla de sus tierras, y eligieron a Boudica como su líder.

La primera batalla se libró en la antigua capital de Trinovantia, que estaba convertida en una colonia romana.

Los romanos pidieron refuerzos, pero fue en vano, el ejército de Boudica cayó sobre la ciudad mal defendida y la destruyó.

Cuando el gobernador romano intentó socorrer sus colonias, su infantería sufrió una emboscada en el bosque y quedó derrotada. También intentó no perder la ciudad de Londinium, pero inútilmente, Boudica la tomó primero.

La última batalla entre los invasores romanos y la rebelión britana, fue la llamada batalla de Watling Street. En un bosque, cuya actual ubicación no se conoce muy bien, los romanos que eran menores en número se dispusieron estratégicamente, de modo que no pudieran ser emboscados, rebasados ni flanqueados. El ejército de Boudica, aunque más numeroso, no era disciplinado y contaba con gente de todas las edades, demasiado jóven y demasiado anciana. Sin embargo el ejército romano era un ejército profesional y con buenas dotes estrategas, además de estar mejor armado.

Tras los primero ataques organizados de las legiones romanas, donde fueron masacradas muchísimas personas del ejército rebelde, la confusión y la desesperación comenzaron a hacer mella, y perdieron la batalla.

Boudica, para evitar que los romanos la atrapasen y la asesinaran con deshonor, se suicidó envenenándose.

“Ganaremos esta batalla o moriremos! Eso es lo que yo, que soy mujer, me propongo hacer. Que los hombres vivan como esclavos si lo desean.”